Para el bebé:
No requiere de preparación, siempre está disponible y a la temperatura correcta.
La producción se va adaptando a la edad y necesidades del lactante.
Es fácil de digerir y contiene los requerimiento nutricionales, calorías y agua para lograr un sano crecimiento.
Tiene inmunoglobulinas que lo protegen de infecciones, además de factores de crecimiento y desarrollo intelectual.
Protege contra obesidad, diabetes, alergias, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Para la mamá:
Ayuda a que el útero se contraiga más rápidamente y disminuya el sangrado.
Consume calorías con lo que le ayuda a perder peso.
Retarda el ciclo menstrual, bloqueando la ovulación y por lo tanto el embarazo (no es recomendable como único método anticonceptivo).
Disminuye el riesgo de cáncer de mama, ovarios y cuello uterino.
Ayuda a conservar lo huesos de mama´fuertes y menos posibilidad de osteoporosis en la edad adulta mayor.
Favorece el vínculo madre hijo.
La lactancia materna es un maravilloso regalo de Dios, un obsequio que solo tú puedes darle a tu hijo.
Si requieres mayor información, contacta a tu Médico experto en lactancia.
Referencias:
Lactancia materna exitosa, recomendaciones para su inicio, Dr. Jorge Alfredo Lomelí Meillon.
Lactancia humana, bases para lograr el éxito, Dr. Horacio Reyes- Dra. Aurora Martínez, Asociación Pro Lactancia Materna A.C. Confederación nacional de Pediatría de México, A.C.
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